Los collares de hematite son muy vendibles y a todo el mundo le gustan. Ningún alhajero está completo sin uno de ellos. Nosotros confeccionaremos dos clases de collares enhebrados: unos, con solo cuentas de
hematite y damos variados modelos.
Otros,con hematites y componentes metálicos hindúes, que si bien son metálicos no sé si son hindúes o si son así llamados en todos lados, por lo que daré los dibujos de algunos para ejemplificarlos. Estas chapitas bañadas en algo color plata vieja o no tan vieja, tienen múltiples usos, como veremos en las páginas de modelos.
No compraremos cosas de hematite grandes o extravagantes como por ejemplo , un dije en forma de elefante. Este dije admite ser confeccionado en hueso, jade o caoba, pero no hematite.
Para estos collares usaremos cierres de cajoncito pavonados negro o cierres plateados si usamos los componentes plateados o dorados si les ponemos a los collares de fiesta, separadores de strass.
Resulta muy conveniente confeccionar collares con hematites y cuentas de cristal de murano de color violeta oscuro, azul oscuro o negro con hilos dorados entre medio del vidrio, o pequeños hilos blancos que se forman en el cristal al centrifugarlo largándole una gotita de color; esto forma en el vidrio delicadas espirales de color.
Los separadores de hematite tienen forma de lenteja Los hay de medidas diversas, siendo los más usados los números 4, 7, 8 y 10.
En los collares de hematite procuraremos usar siempre separadores pues quedan más elegantes. También podemos usar unas chapitas de diversas formas bañadas en plata y patinadas a viejo, cristales de murano, cristales azabache, cristales negros facetados y con un tornasol azul, perlones de plástico plateados imitando hematite o perlados grises, mostacillones negros tornasolados verde o azul o ambos, perlones satinados azul o negro e incluso bordó, pero de estos haremos solo algunos, pues es muy lucido pero difícil de combinar.
También podemos usar los cristales llamados "de roca" porque lo imitan o los facetados transparentes con aurora boreal.
Haremos los collares de un máximo de tres vueltas, poniendo la parte trabajada en el centro y el resto del número de cuenta más chico e intercalado con mostacillones plateados en gris para que no sea muy pesado. Una vez que empecemos la fabricación, la experiencia nos indicará con qué luce más nuestra creatividad, pero no nos volvamos muy modernas ni raras, porque si bien las modelos usan cualquier cosa novísima, no toda la gente compra cosas muy exóticas. Debemos calcular que solo un 10 o un 15% de nuestras clientas se inclinará por lo muy llamativo o de último grito.
El motivo de esto es el siguiente: no toda nuestra clientela considera la bisutería algo descartable, así que aunque les llame la atención una enorme paloma dorada con una cintita para colgarse al cuello, y tal vez la usarían, no se animarán a comprarla por temor a que pase de moda enseguida y el gasto efectuado en la novedad, que por su mismo carácter suele ser cara, se vea enseguida inservible, dado que pronto deberá adquirir otra cosa para seguir a la moda. Nuestra cliente entonces, que quiere estar arreglada sin gastar mucho, comprará algo que luzca bien, no cueste mucho y sea usable durante algunos años si es posible. Tal vez luego no proceda así y se renueve muy pronto, pero con esa intención se compra y a ella debemos apuntar nosotros, destacando las bondades de nuestro producto en esos aspectos.